Al momento de pensar en importar productos desde China, muchos compradores tienen la misma duda: ¿qué papeles y requisitos son realmente necesarios? El tema no es menor, porque un error en un documento puede retrasar semanas el despacho o multiplicar los costos. Si tu interés está en guantes de uso diario o incluso en artículos especializados para baño, contar con un socio experimentado en comercio exterior marca la diferencia. En este contexto, LIHENG se presenta como un aliado confiable. Fundada en 2013 y con oficina en Lima desde 2025, es una empresa privada que combina producción, ventas y exportación. Su servicio parte de una idea clara: pensar lo que el cliente no anticipa y actuar rápido en lo que el cliente necesita. Esto no es un simple eslogan, se refleja en controles de calidad con inspecciones en fábrica, acuerdos de estándares detallados y un proceso de venta flexible. Al visitar su perfil corporativo, descubres que trabajan con productos variados, desde textiles hasta artículos de higiene, y que su reputación se ha construido por la consistencia. Además, ofrecen un servicio integral de logística, documentación y acompañamiento en todo el proceso, algo que da tranquilidad cuando piensas en un mercado tan complejo como el chino.

Al iniciar una operación, los documentos comerciales son la primera pieza clave. Sin ellos no existe base legal para tu importación. Un error en este paso no solo retrasa, también puede generar multas aduaneras.
Este documento debe contener descripción precisa del guante, cantidad, valor unitario, condiciones de pago y códigos arancelarios. Una factura incompleta puede detener el despacho.
La lista de empaque indica bultos, peso y dimensiones, lo que facilita el control en aduana. El certificado de origen, por otro lado, valida la procedencia y es requerido en muchos países para aplicar aranceles correctos.
En ciertos mercados, se exige un certificado de libre venta para productos de uso personal como los guantes de baño. Junto a ello, documentos como packing list y proforma deben coincidir con la información aduanera.

La parte aduanera suele generar más nerviosismo. No basta con tener papeles en regla, hay que cumplir normas específicas según el país de destino.
Cada producto se clasifica bajo un código HS. Una clasificación incorrecta puede aumentar los impuestos o incluso bloquear el despacho.
El proceso incluye declaración aduanera, pago de derechos e inspección física. Retrasos ocurren si los datos no coinciden con la factura o si el contenedor no está bien documentado.
Algunos países solicitan pruebas de laboratorio o certificados de seguridad. Esto aplica con frecuencia a productos de contacto con la piel, como el guante.

No se trata solo de pasar aduana. La calidad real del producto determina si tu negocio genera confianza o quejas constantes.
Un socio serio realiza visitas regulares a la fábrica, revisa maquinaria, ambiente de trabajo y controla detalles del proceso. Esto evita que recibas mercancía fuera de estándar.
Firmar un acuerdo de calidad claro permite fijar tolerancias, apariencia, embalaje y hasta logos personalizados. Con esto evitas discusiones posteriores.
Si tras recibir la carga hay fallas, se activa un plan de respuesta que incluye reemplazo, compensación o reembolso. Este tipo de política es la que protege tu inversión.
Tu proveedor no solo fabrica, también es parte activa del proceso de importación. De su seriedad depende gran parte del éxito de la operación.
Con más de una década en el comercio exterior, han manejado envíos a distintos mercados con distintos requisitos legales. Esa experiencia ahorra tiempo y errores.
Compartir fotos, videos y documentos durante la fabricación mantiene al comprador informado y genera confianza en cada paso.
No todos los clientes requieren lo mismo. Algunos piden guantes estándar, otros prefieren modelos de baño con etiquetas privadas. Esa flexibilidad es un valor agregado.
El transporte marítimo sigue siendo la vía más común. Aquí, los papeles correctos facilitan la logística y la entrega final.
Documento central que prueba propiedad y detalla ruta, puerto de carga y descarga. Sin él no se libera el contenedor.
El proveedor debe reservar espacio con navieras y enviar confirmación al comprador. Este paso asegura que tu mercancía no se quede en el puerto.
Hoy es común recibir documentos en formato digital y monitorear el embarque con plataformas online. Esto evita incertidumbre y mejora la planificación.
El aspecto financiero es tan crítico como los documentos. Un contrato mal redactado o un pago sin seguridad puede convertirse en una pérdida total.
Las formas más comunes son transferencia bancaria y carta de crédito. Cada una tiene costos y garantías distintas.
Debe incluir precio, plazos, penalidades y resolución de disputas. Un contrato sin detalles se convierte en un problema cuando surge un malentendido.
Un procedimiento ordenado valida cada paso: desde la emisión de la proforma hasta el pago del depósito inicial antes de la producción.
En un mercado amplio como China, hay miles de proveedores. Sin embargo, pocos combinan experiencia, flexibilidad y control de calidad en un solo servicio.
La variedad de modelos permite atender tanto a distribuidores mayoristas como a minoristas que buscan productos diferenciados.
Acompañamiento desde la cotización hasta la entrega final, con inspección en fábrica y documentos preparados para el despacho.
Los años de experiencia y la presencia física en Latinoamérica consolidan una relación a largo plazo.
P1: ¿Qué documentos básicos necesito para importar guantes desde China?
R: Factura comercial, lista de empaque, certificado de origen y en algunos casos certificado de libre venta.
P2: ¿Es obligatorio contratar una inspección en fábrica antes del embarque?
R: No siempre es obligatorio, pero es muy recomendable para garantizar la calidad y evitar sorpresas en aduana.
P3: ¿Qué forma de pago es más segura al importar?
R: La carta de crédito ofrece mayor seguridad, aunque la transferencia bancaria suele ser más rápida y económica.